Profesora de español en Turquía
“El idioma es el mapa de una cultura. Te dice de dónde viene su gente y a dónde van.”
Rita Mae Brown.
Hola a todos, a continuación compartiré mis reflexiones sobre lo que ha significado para mí este curso de Profesores de Español. Espero que mis reflexiones sean útiles de alguna manera para el resto de profesores o tal vez algunos encuentren que compartimos historias similares.
Me gustan los idiomas desde que tengo uso de razón. De niña me imaginaba viajando por el mundo hablando diferentes idiomas y conociendo gente de muchos países. Cuando llegó el momento de tomar la decisión sobre qué hacer con mi vida, elegí la carrera de profesora de inglés y alemán. Con el pasar del tiempo, adquirí algo de experiencia como docente en inglés, que es a lo que me dediqué específicamente, comencé a relacionarme con gente de diferentes naciones que llegaban a mi país para hacer turismo, y noté sus ganas de aprender a hablar español y también observé la falta de este idioma en algunas escuelas por muchos factores, pero principalmente, por contener grupos de estudiantes muy variables en cuanto al número o en cuanto al tiempo de establecimiento en un lugar determinado. Entonces desde ahí comenzaron mis ganas de enseñar mi idioma. Fue así que me ofrecí como voluntaria para enseñar español básico. Al inicio con pequeños grupos de educandos extranjeros, sedientos de aprender español, pero en el camino me di cuenta de lo arduo que puede ser enseñar nuestro propio idioma y, más aún, un lenguaje tan rico como el español; por eso, sentí la necesidad de llevar un curso formal. De esa forma, indagando encontré el Instituto Hemingway y decidí apostar por ellos.
Entonces, módulo a módulo redescubrí, reforcé todo lo aprendido anteriormente, como cuando era estudiante, pero esta vez, orientada al español. Me sirvió de mucho, puesto que diferencié entre lo que es enseñar un idioma que no es el mío, a otro propio que quizá no había tomado en cuenta.
En mi caso, decidí a hacer la programación dedicada, enteramente, a niños porque, si bien gané experiencia enseñando inglés a niños pequeños hasta adultos mayores, mi práctica siempre fue mayor con niños de primaria en mi país. Adquirí experiencia trabajando en el club de niños en una compañía de barcos cruceros. Allí fue decisivo, las actividades también eran de carácter educativo; sin embargo, todas desde un concepto lúdico y práctico, lo cual me encantó. Posteriormente, cuando me mudé a Turquía, trabajé en una escuela enseñando inglés a niños de nivel primaria. En ella, volqué todos mis conocimientos previos para instruirlos bien. Fue bastante complejo, pues no hablaba su idioma; no obstante, poco a poco, supe desenvolverme mejor y así fue facilitándose mi labor como docente.
Realizar esta memoria no ha sido nada fácil, en primer lugar porque si bien tenía algo de experiencia previa enseñando español a jóvenes, nunca había enseñado español a niños pequeños y fue muy difícil recopilar material para desarrollar mis actividades pues la única forma posible para mí, que vivo en una ciudad muy pequeña y donde no hay librerías ni lugares donde se pueda adquirir libros de español me di con la sorpresa que en Internet no hay tanto material disponible (gratuito) para enseñar español, entonces con paciencia tuve que ir adaptando y creando también material para mis actividades.
Luego de un arduo trabajo puedo decir que estoy muy agradecida con el Instituto Hemingway por haberme guiado y haber respondido mis preguntas y corregido mis errores cuando los tuve y puedo decir que ha valido la pena, he aprendido muchas cosas nuevas en el camino y me siento feliz y satisfecha y sobre todo con muchas ganas de empezar muy pronto en el camino de la enseñanza de para mí el idioma más bello y rico del mundo, el español.
Silvana Kasa.