Uno de los problemas a los que nos enfrentamos los profesionales de la educación es mantener motivado al alumnado. La motivación es fundamental a la hora de conseguir unos buenos resultados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Existen muchas maneras de motivar al alumnado: realizando juegos, ejercicios que se alejen de la cotidianeidad del aula tales como ejercicios on-line, excursiones, y sobre todo escuchando cuáles son sus inquietudes y en la medida de lo posible acercarse a éstas para impartir las clases de español como lengua extranjera.

Sin embargo, los profesores a menudo nos encontramos con la dificultad de cómo motivar a personas adultas, que en ocasiones no han decidido realizar el curso por propia voluntad, sino que es un trámite, caso de los cursos en las empresas. En estos casos, debemos también atender a sus inquietudes y sus propósitos o expectativas ante el curso. No hemos de olvidar que el juego en esencia es divertido, y precisamente la carencia de hábitos de juego en personas adultas, hace que se rompa con las tareas habituales. Lo complicado reside en evitar un tipo de juego en el que se sientan ridículos, o que pueda frustrarles por falta de conocimientos en algunos ámbitos.

En el presente texto quisiera proponer un tipo de ejercicio que es fácil de realizar por el profesor, que rompe con lo cotidiano de nuestras clases, nos permite conocer mejor a nuestros alumnos y relajarnos con ellos en un ambiente distendido, lo que facilitará la comunicación bidireccional, tan importante para lograr un buen clima de clase. Por otro lado a los alumnos les permite relajarse, cortar un poco con la dinámica habitual de la clase tradicional, y poner en práctica sus conocimientos.

El ejercicio se realiza con la herramienta de Power Point o similares aplicaciones de Software Libre, para ello podemos seleccionar la plantilla llamada “Concurso” que nos facilita la interfaz necesaria para realizar un tipo de concurso en clase y por grupos. ¿Por qué por grupos? Porque así se genera un ambiente sano de competición, en el que el profesor asumirá el papel de árbitro (y si de presentador si es un poco intrépido), y de esa manera evitamos también el que los alumnos se sientan evaluados, de modo que si alguno no sabe una respuesta, por obvia que fuere, puede pasar desapercibido/a en el grupo.

Para ello se habilitan cuatro tipos de preguntas:

a) De verdadero o falso.
b) De respuesta múltiple.
c) Señalar con flechas.
d) Profesiones.

Y cada una de estas puede acompañarse por imágenes para que el aprendizaje tenga una base fotográfica, mnemotécnica, algo muy eficaz para retener vocabulario. Y en otra puede omitirse la imagen, para que el alumno realice un esfuerzo mayo, tal es el caso de la pregunta “¿cuál de los siguientes animales no tiene plumas?”. Y una vez en la respuesta ya aparecen las imágenes para que el alumno pueda asociar la imagen con la palabra escrita y a su vez escuchar al profesor cómo se pronuncia.

El ejemplo que yo incluyo está contextualizado en un grupo-clase de unos 10 alumnos de español para extranjeros adultos.

La presentación del juego está disponible en el siguiente LINK:

http://es.slideshare.net/flowpaz/concurso-ele-miguel-zamorano-galn-profesor-de-espaol-como-lengua-extranjera