Según la RAE, la palabra educar significa “desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño o del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc”, al fin y al cabo, transmitir unos conocimientos desde un emisor a un receptor, del profesor al alumno. Y es esa idea, ese concepto de “trasmitir”, es la que ha crecido en mi persona desde el momento en que decidí apostar por la educación.
La coyuntura económica actual que tanto perjudicó a los sectores básicos de una sociedad, la salud y la educación, frenó mis ganas de enseñar y de aprender en el momento en que finalicé el tan mal planificado Máster en Profesorado. Mis intereses en torno al mundo educativo se veían a las puertas de su puesta en práctica, por lo que mi idea principal de no estancarme y de no dejar pasar el tiempo me hicieron recapacitar y reorientar mis estudios e intereses a la enseñanza del español como lengua extranjera.
De este modo pareció abrírseme una nueva ventana al conocimiento educativo, y tanto que así fue. Una nueva ventana laboral, todo hay que decirlo, puesto que las opciones de trabajo traspasan las fronteras de España. Una nueva perspectiva educativa, pues, aunque parezca una obviedad, no es lo mismo enseñar a un grupo de alumnos españoles que a otro compuesto por diversas nacionalidades. Una nueva perspectiva didáctica, totalmente distinta a la aplicada comúnmente en España, en la que la metodología tiene un pilar básico que es la comunicación y en la que los supuestos teóricos están apoyados en su correspondiente praxis. Y por último, se abre una nueva ventana cultural y social al tratar con gente, no sólo con niños o jóvenes, tan diversa y tan diferente a ti y en lo que lo único que parece uniros es el español. Por ello, este curso ELE te proporcionará enseñar infinidad de variantes metodológicas y didácticas, culturales y sociales pertenecientes a nuestro país; pero no hay que olvidar, que también aprenderás, aprenderás a relacionarte con una amalgama de estudiantes a cada cual más dispar y con unas necesidades lingüísticas muy específicas, y por coherencia, esta relación te proporcionará una apreciación hacia otras culturas y países que no muchas profesiones te pueden ofrecer.
Por todo esto, mi percepción sobre la educación y la transmisión de conocimientos ha cambiado tras la realización de este curso ELE, pero sin ninguna duda, para bien. El enriquecimiento personal, que engloba al intelectual y al cultural, ha sido mayúsculo en cuanto a la perspectiva se refiere, puesto que ahora puedo englobar más aspectos que antes no podía, algo que trae como consecuencia una preparación óptima y un aumento de la iniciativa a la hora de dar clase más que esperanzadoras. Porque podrás valorar positiva o negativamente la metodología y la didáctica ELE, todo es cuestionable, pero lo que seguro que no harás será cuestionarte las ganas y la iniciativa que te aportan a la hora de afrontar tu futuro como profesor de español como lengua extranjera.