Hoy es el día que me sigo preguntando porqué he elegido realizar el curso de profesor de español. Hace años estudié magisterio y más adelante me licencié por la UNED en psicopedagogía por lo que siempre me he movido en el ámbito de la educación. De hecho todo mi vida laboral gira en torno a la enseñanza, sobre todo en el mundo del deporte.


Al leer la información sobre el curso de profesor de español, pensé que sería una actividad muy interesante el poder enseñar el español a personas que vienen de fuera por diversas razones y necesitan aprender el idioma para integrarse y desenvolverse en la vida cotidiana. No caí en la cuenta que también es una buena opción para trabajar en el extranjero dando a clases a numerosas personas que quieren estudiar el español como segunda lengua.

A medida que transcurría el curso aprecié cómo han cambiado los métodos de enseñanza en la actualidad y de lo que era un método tradicional que la mayoría hemos conocido e incluso sufrido, se ha pasado a un método comunicativo más realista con la vida cotidiana de los alumnos que necesitan la segunda lengua para desenvolverse en su barrio, escuela, trabajo, etc.

La mayor dificultad he encontrado en esta actividad no es el conocimiento de los conceptos, ni las estructuras gramaticales o vocabularios para enseñar, tampoco los métodos de enseñanza o las programaciones de las sesiones de cada clase, sino el cómo conseguir que alumnos de diferentes países y culturas que pueden ser niños o adultos, sean capaces de aprender el idioma y lo usen. Para mí es el mayor reto de este curso.

Por eso creo que lo mejor de esta actividad es el hecho de que los alumnos aprendan las estructuras necesarias para salir de clase e integrarse en sus escuelas , en sus empleos, o en las universidades, o simplemente moviéndose por el barrio comprado el pan , leyendo el periódico, viendo una película de cine, etc.