Me llamo Montserrat Botana y tengo 43 primaveras. Trabajo desde que tengo 18 años y al mismo tiempo me he dedicado a formarme; considero que estaré estudiando y formándome toda la vida pues me estimula conocer, saber, mejorar. Soy Licenciada en Derecho, tengo un Curso (Nivel Máster) de Traducción en la combinación inglés/español, C1 o Proficiency en Inglés por la Universidad de Cambridge, cursos de especialización en inglés jurídico, un curso de corrección de estilo, el Ciclo Superior de Inglés por la EOI y probablemente me olvido de algún curso más.. Siempre me han fascinado los idiomas y desearía tener más tiempo tanto para profundizar más en el propio como para aprender otros nuevos.

Mi experiencia como profesora de español empezó hace algo más de 2 años. Yo tenía un puesto de dirección pero la crisis me obligó a reciclarme profesionalmente y decidí abrir mi propia agencia de traducción, intérpretes y formación: www.monbabel.com

Empecé, como todos los autónomos, tanteando el mercado, probando una y mil cosas y ofreciendo diversos servicios para ver dónde está la demanda. Esto me llevó a dar clases de español (vivo en una zona donde hay muchos extranjeros, especialmente británicos) Mis comienzos fueron, lo admito, a tientas, siguiendo mi intuición y con el solo apoyo de mi formación académica y mucho valor. Debo decir que desde el primer momento conseguí hacerme con un grupo de estudiantes fiel y que han seguido conmigo durante meses, incluso años… esto debe ser una buena señal, ¿no? Después de todo en la mayoría de los casos que tengo, mis estudiantes lo hacen por afición o por placer, y no necesariamente por obligación.
Poco a poco descubrí que realmente disfrutaba dando clases pero necesitaba ordenar y poner en un marco todas mis lecturas, consultas y planteamientos sobre la enseñanza de español. Después de preguntar en varios sitios al final me decidí por el Instituto Hemingway y aquí estoy, iniciando mi trabajo final y con la esperanza de obtener buenos resultados.

Mi filosofía para enseñar parte primero de la personalidad del estudiante que tengo delante y de sus objetivos. Hago mucho de psicólogo pues intento adaptarme a la forma de ser de cada uno pero es importante seguir un método más o menos definido, dejando espacio para improvisar. En definitiva, cuando se enseña por vocación, inevitablemente el centro es el alumno; todo lo demás se debe ajustar a eso. Sigo mi intuición a la hora de plantear las clases y casi siempre acierto.

En cuanto a los materiales se refiere, utilizo sobre todo el ordenador con videos, audiciones, ejercicios escritos, fotocopias, conversación, interacción y mucha paciencia y entusiasmo.

En definitiva, soy muy afortunada porque la crisis me llevó a reciclarme y estoy descubriendo un mundo lleno de posibilidades que me fascina. Yo, como los chinos, también hago mío el binomio: CRISIS = OPORTUNIDAD.