Enseñar español para niños: programación y actividades
Soy profesora de primaria y mis expectativas al hacer el curso de profesor de ELE eran poder ampliar conocimientos y abrir nuevas puertas a otras posibilidades.
No obstante, me gustaría seguir encaminada a la enseñanza a niños, ya que ha sido mi vocación desde siempre. Centrándome en este grupo específico me gustaría destacar y reflexionar sobre algunas ideas clave o principios que conviene tener muy presentes cuando trabajamos con niños.
>strong>Es fundamental la participación activa de los alumnos, es decir, mediante actividades que permitan “hacer cosas” con la lengua y no simplemente “saber cosas” de la lengua. Debemos hacer ver a los niños que aprender es divertido. El uso de juegos, canciones, retahílas, adivinanzas, actividades de respuesta física… son muy útiles y completamente necesarias en este proceso. En estas edades tiene mucha importancia el “yo”, por lo que debemos ofrecer continuamente oportunidades de hablar de ellos mismos, sus vidas y sus experiencias personales. Es una manera fantástica de ir adquiriendo poco a poco competencia comunicativa.
Siguiendo esta línea debemos atribuir a los niños un cierto protagonismo, haciéndoles tomar conciencia de sus progresos y haciéndoles saber también qué se espera de ellos. Las actividades de repaso y evaluación son de gran ayuda. De esta forma contribuimos a reforzar su seguridad y autoestima.
Las actividades y materiales empleados deben ser atractivos y que no supongan una dificultad excesiva. La programación de los tiempos debe ser bastante rigurosa, puesto que la concentración y el entusiasmo de los niños decae tanto si las actividades se prolongan demasiado como si encuentran espacios “muertos” sin nada que hacer. Por supuesto, lo dicho es extensible a otros grupos meta (introduciendo algunas modificaciones), ya que todo ello deriva de la motivación que es la base sobre la que se debe sostener el aprendizaje.