Enseñar español en niveles iniciales.

En mi corta experiencia como docente he vivido el reto que supone enseñar español a aprendientes que no conocen otra lengua franca, que facilita la comunicación entre personas que no comparten la lengua materna, como inglés o francés.
Por una parte, aquellos que hablan inglés pueden seguir la clase aunque les surjan muchas dudas con respecto a la gramática del español. Si la comparan con el inglés, nuestra lengua presenta un mayor desafío. Sin embargo, son capaces de realizar preguntas y sienten menos vergüenza para hablar.
Por otra parte, los aprendientes sin formación en otro idioma y que comienzan su andadura internacional con el español y además tienen otro tipo de alfabeto padecen mayor frustración. Como enseñantes debemos tener paciencia y dedicarles tiempo. Poniéndonos en su lugar podemos comprender cómo se sienten.
En mi opinión, sería conveniente separar en las primeras clases o mientras cursen el nivel A1 a estos alumnos del resto. No sería discriminatorio, sino todo lo contrario. Ofrecerles un tiempo y espacio propio para poder aprender a su ritmo.
Para ello, podemos buscar materiales que estén en español y en su lengua materna. Nosotros mismos no conocemos su idioma, de modo que también nos resultará útil para impartir las clases. Asimismo, podemos hacer uso de herramientas de IA, como ChatGPT, DeepSeek, Perplexity o Escríbelo para crear materiales u obtener explicaciones en su idioma.
En definitiva, hablar una lengua franca supone una gran ayuda en la clase de ELE, siempre sin abusar, pero podemos encontrar alumnos que no conozcan otra lengua y esto nos supondrá un reto como profesores de ELE. Un reto que debemos afrontar con buena actitud y perseverancia.