En junio me gradué en Educación Primaria, por lo que, como véis, aún no tengo casi experiencia como profesora, aunque sí he dado y ahora también imparto clases particulares.

El principal motivo de haber realizado este curso es que me encantan los idiomas, sea cual sea. Actualmente estoy aprendiendo francés y alemán porque quiero aprender más idiomas, y en cuanto al castellano, es una de mis lenguas maternas y me gusta mucho. Cuando era un poco más joven pensaba que el castellano no era demasiado importante. Siempre pensé que el inglés tenía más relevancia que el resto de idiomas simplemente porque se habla bastante en todo el mundo y además porque es lo que nos inculcan desde pequeños en el colegio, como por ejemplo, que sin inglés no vamos a ninguna parte. Pues bien, a día de hoy tengo una visión completamente distinta. Si bien es cierto que el inglés lo sabe hablar mucha gente en el mundo entero y puede ser útil para manejarte, el castellano cada vez se habla más también y estos últimos años se está poniendo “de moda” en los países de habla inglesa sobre todo. Por lo tanto, como es un idioma que cada vez está más

solicitado, esto me da aún más ganas de enseñarlo y adentrarme en ese ámbito.
Además de todo esto, en los diferentes viajes que he hecho, he conocido a muchas personas de distintas procedencias y lo curioso, es que gran parte de ellas tenía interés en aprender español. Intercambiamos conocimientos y sin darme cuenta, estaba muy feliz de poder enseñar a una persona extranjera cosas básicas de mi lengua materna. Cuando volvía de los viajes, lo vivido me daba mucho que pensar y poco a poco le fui dando vueltas a la idea de algún día ser profesora, entre otras cosas, de español.

En cuanto a las expectativas del curso de español, he de decir que siempre han estado muy altas puesto que tenía muchísimas ganas de empezarlo, tenía mucha ilusión en dedicar mi tiempo a sacarme este título que tanto tiempo me ha rondando por la cabeza. Siendo sincera, hay algún tema que me ha parecido quizás más aburrido o monótono, como por ejemplo el módulo 4, Bloques de contenidos, pero soy consciente de que en un futuro tendré que recurrir a él porque la información que se da es importante para programar las clases y tener en cuenta los diferentes niveles de los estudiantes. Pero no todo me ha parecido aburrido, ya que el módulo 3, Didáctica aplicada, me ha resultado dinámico por el hecho de proponer diferentes modos de crear y diseñar actividades. Por lo tanto, lo dado a lo largo del curso me ha parecido valioso para después aplicarlo como es debido. Y ese es otro asunto,

porque todos sabemos que la práctica siempre es mucho más compleja que la mera teoría.
Por último, me gustaría decir que me parece todo un reto enseñar tu propio idioma materno, porque tenemos la costumbre, o yo al menos, de dar por hecho cualquier detalle que para una persona extranjera, quizás, sea todo un mundo. Creo que deberíamos ser conscientes de esto. La labor del profesorado no es nada fácil y supone tomar muchas decisiones para conseguir que nuestros alumnos aprendan cuanto más mejor y desde luego, de la mejor manera posible. Sobre todo tenemos que procurar que aprender castellano sea una experiencia buena para recordar y darles motivos para mejorar cada vez más. Honestamente, tengo la intención de ofrecer una educación que a mí misma me hubiera gustado recibir en todas las materias y en especial, en las lenguas. Es decir, mi objetivo es intentar ofrecer una educación de calidad en todos los aspectos.