Cuando comencé a buscar información acerca de cursos para profesores de español para extranjeros me encontré con la sorpresa de que no había ningún curso presencial que se ofertara en mi ciudad. Me llamó mucho la atención, ya que viviendo en Las Palmas de Gran Canaria, con una gran población de inmigrantes de otros países, de muchísimas nacionalidades diferentes y con un volumen de turistas bastante importante, me parecía que lo lógico era que lo hubiese.

Entonces decidí buscar por internet. Al poco tiempo de buscar, ya había decidido que el curso que realizase tenía que estar acreditado por el Instituto Cervantes, la institución pública creada por España en 1991 para la promoción y la enseñanza de la lengua española y de las lenguas cooficiales y para la difusión de la cultura española e hispanoamericana.

Leí muchas críticas antes de decidirme a dar el paso de inscribirme en el curso ofertado por el Instituto Hemingway, y fueron estas críticas las que me animaron a ello. Por eso, no quiero dejar pasar la oportunidad de contribuir a ayudar a otros docentes que, como yo, quieran acercarse a la enseñanza del español para extranjeros. Los cursos a distancia suelen ser fríos, la comunicación más bien escasa, aburridos, cuesta muchísimo terminarlos. En este caso, Alfredo Orive hace que todos estos estereotipos desaparezcan. Su amabilidad, cercanía y disposición permanente a ayudar, animan a seguir avanzando. Sus comentarios sobre los ejercicios son siempre críticas constructivas con aportaciones para mejorar.

Estoy encantada de haber elegido este curso porque no sólo me ha aportado conocimientos acerca de la enseñanza del español que desconocía, sino que confirma que cuando somos maestros cercanos y afectuosos, nuestros alumnos aprenden más y mejor.
Como decía Einstein “Dar ejemplo no es la principal manera de influir en los demás, es la única manera”.

Gracias Alfredo Orive y gracias Instituto Hemingway.